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Desde tiempos remotos una joven y guapa llamada Francisca , cogió un cuenco de vidrio, gastado ya por los años, igual que sus manos de trabajar en el campo, e hizo su primera Golosina. Era un arito (ya que el cuenco era circular) e iba todas las mañanas a venderlos de una peculiar forma al mercado de la plaza de abastos de un pequeño pueblo Gallego.
Al principio la textura sorprendía, al igual que su sabor, pero después ya la conocían en todo el pueblo como la dulce Francisca. Desde ahí partió la empresa, y esa forma tan característica de vender hizo que la marca se proyectara hasta nuestros tiempos, desde las manos de Paca, hace ya... 25 años.
Francisca (en adelante Paca) comenzó a venderlas a granel en las pequeñas tiendas de ultramarinos, mercados, pequeños kioscos de prensa, gasolineras... ella ponía mucho entusiasmo en venderlas, ya que tenía que convencer a los clientes, porque era un producto novedoso. Ella al principio no sabía si, cuando volviera por el cliente, el stand estaría vacio, con el consiguiente, " no vuelvas a traerlo" porque esto no se vende, pero.... sin embargo... la venta iba poco a poco, pero iba.
Paca, comenzaba las mañanas en la finca, mientras su hijo, Antón comenzaba con la mezcla en la casa, porque aunque la venta iba, ella tenía que seguir haciendo sus labores diarias.
Paca ordeñaba las vacas, daba de comer a los conejos, trabajaba el campo… y muchas cosas más…. Pero mientras trabajaba, pensaba, si, se puede vender leche y golosinas… mmm parece que sí, se vende. Antón mientras Paca estaba fuera, trabajaba en la mezcla de los aros, a veces improvisaba y mezclaba de más, pero mantenía la receta… por que los clientes le gustaba, (ella ya se adaptaba a lo que quiere el cliente, y no lo que quería ella). Más tarde, cogía la mezcla, la echaba en unos moldes y la ponía a hacerse a fuego lento en la lumbre, después de dos horas, las sacaba, dejaba enfriar y las metía en su bolsa ´y se iba con su hijo Antón a vender. Salían de casa las 6 de la mañana, con leche y golosinas, tenían una ruta de venta, primero de camino al centro del pueblo, casa por casa vendiendo leche, hasta que llegaban al centro del pueblo, y como ya habían acabado con la leche, podían ir más cómodos a vender las golosinas a todos los sitios, sin excepción. (continuará)