Nosa Señora Da Antiga

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También se le conoce como el Colegio del Cardenal Rodrigo de Castro, su fundador. Sobre la puerta se puede leer la siguiente inscripción en latín: "Rodrigo de Castro Cardenal Arzobispo de Sevilla, dona a la Compañía de Jesús, para uso de la juventud, templo y colegio consagrados a la Virgen María". Su edificación comenzó en el año 1593, estando la obra a cargo de varios arquitectos jesuitas, y sólo se completó después de tres siglos de trabajos, en 1913. Pertenece al estilo denominado Renacimiento de Herrara. Sus líneas y grandiosidad (mide 110 metros de longitud) recuerdan al Monasterio del Escorial. Su fachada es simétrica y monumental. La disposición de la escalera de la entrada es de especial interés, al no apreciarse puntos de apoyo en su estructura y ser los peldaños una única pieza de granito. Cuenta con dos claustros neoclásicos. En sus muros se observan los escudos del Cardenal, de los Condes de Lemos, de la Casa de Alba y de los Padres Escolapios, responsables de la finalización de la obra. La iglesia, de planta en cruz latina, se compone de nave central y dos laterales, comunicadas entre sí. En la cúpula se aprecian los daños causados por el terremoto de Lisboa de 1753. Este templo alberga el sepulcro y una estatua del fundador, realizada en bronce por el italiano Juan de Bolonia. Uno de los principales atractivos de la iglesia del Colegio es el retablo barroco de Francisco Moure, iniciado en 1625. En esta talla en madera de nogal se representan seis escenas de la vida de Jesús, así como las imágenes de Nuestra Señora de la Antigua y San Ignacio de Loyola. Consta de dos zócalos o bases y tres cuerpos superpuestos. Cada nivel está dividido en tres por columnas corintias. Se trata de un conjunto impresionante, decorado de forma esmerada y de excepcional valor. En el museo del Colegio, antigua sacristía, se conservan, entre otros, cuadros de El Greco y de Andrea del Sarto. Del primero son "San Lorenzo" y "San Francisco", mientras que al segundo debemos "Santa Margarita de Cortona", "Santa Inés", "Santa Catalina de Alejandría", "San Pedro" y "San Juan Bautista". Además, se guardan objetos personales y libros que pertenecieron al Cardenal.