Adepac

Información generál

Adepac (Asociación de Defensa y Protección de Animales en Canarias) se crea en 1989 como respuesta a la problemática existente en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife que, por aquel entonces, contaba con una perrera en la que los animales “vivían” en pésimas condiciones y carecían de unos mínimos cuidados.

Se empezó por alimentar a perros callejeros que pululaban por las calles santacruceras, sobre todo en las zonas de Cabo Llanos y en la propia perrera municipal. Luego se pasó a intentar buscar casas de acogida donde llevar a todos aquellos perros que se pudieran salvar.

Más tarde llegamos a tener dos pequeños albergues, uno en el sur de Tenerife y el otro en el municipio de El Sauzal.

Desde el año 2002 contamos con las instalaciones actuales, que fueron creadas para albergar a 125 animales. Desde entonces, y debido al alto número de perros abandonados, se han hecho varias ampliaciones para dar cobijo a los400 perros, de media, actuales.

El recinto está situado en Ravelo, en el municipio de El Sauzal en la isla de Tenerife. A pesar de contar con un amplio terreno rodeado de vegetación, los espacios donde cobijarse del frío que azota esta zona alta de la isla, son reducidos para la gran cantidad de canes. Por ello nos hemos visto obligados a salvaguardar a los más pequeños dentro de la propia recepción, habilitando colchones y mantas para que duerman algo más calentitos y no enfermen.

Las escasas y tardías ayudas oficiales, la falta de financiación y las deudas contraídas para la conservación y funcionamiento del albergue han motivado que en estos momentos tengamos serias dificultades para sobrevivir. Y lo hacemos de momento, gracias a las donaciones de los socios, los ingresos del servicio de incineración y a los créditos personales que se han solicitado para cubrir las deudas.

La asociación soporta diariamente la limpieza, alimentación y cuidados médicos de todos los perros del albergue, lo que supone unos gastos diarios a los que es muy difícil hacer frente sin ayuda gubernamental.

NUNCA sacrificamos a un perro y sólo se eutanasian los casos de enfermedades terminales que supusieran un sufrimiento prolongado del animal.